dimarts, 11 d’octubre del 2011

Des d'una altra perspectiva


“Algunos observadores occidentales consideran que la mujer que se cubre la cabeza, estará en una posición de inferioridad frente al hombre. No hay nada más alejado de la verdad. En el Islam, la mujer que se viste de esta manera inspira respeto, y a través de su modestia, rechaza la sumisión sexual. El mensaje que esta mujer da cuando usa la vestimenta islámica en la sociedad es: “Respétenme por quién soy. No soy un objeto sexual”.

(…) Convertir a las mujeres en objetos sexuales para satisfacción de los hombres no es liberación. De hecho, es una forma de opresión deshumanizante rechazada por el Islam. La liberación de la mujer musulmana es que sea reconocida por el contenido de su carácter y no por la exhibición de sus atributos físicos. Desde el punto de vista islámico, la mujer occidental “liberada” –quien debe ocuparse constantemente por su aspecto, su figura y su juventud para complacer a los demás– está atrapada en una suerte de esclavitud.

(…) La búsqueda de conocimiento es obligación de todo musulmán, hombre o mujer. A las mujeres se les recomienda adquirir conocimiento islámico, seguir sus carreras académicas dentro del marco del Islam y luchar por satisfacer su curiosidad intelectual. Impedir el acceso a la educación va en contra de las enseñanzas del Islam.”

El Islam es…, de Pete Seda (2006).

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